¿Cómo envejecer un traje de danza?

Pero, ¿cómo envejecer un traje de danza?

Los fabricantes de ropa de danza suelen proporcionar a las escuelas de baile trajes con las características requeridas, y en el caso de compañías de ballet o grandes academias de danza, los diseñadores de vestuario y sus talleres de teatro se encargarán de ello. Sin embargo, las pequeñas escuelas de danza a veces se ven en la necesidad de reciclar trajes ya usados si el presupuesto es realmente ajustado.

En tales casos, consejos útiles sobre cómo envejecer un traje de danza (o de teatro) vienen directamente de los diseñadores de vestuario profesionales, que a menudo aplican su creatividad a los trajes recién salidos de la sastrería, que están en perfecto estado.

La danza clásica es, por naturaleza, una “estilización estética”, y de la misma manera, los trajes pueden tratarse de esta manera. Especialmente en las presentaciones de fin de año, a veces basta con un desgarro o una remiendo en el traje para simbolizar la pobreza del personaje y dejar claro que su vestimenta está gastada y parchada. La dirección de la escuela de danza decidirá si se debe crear un traje nuevo desde cero o modificar uno existente, teniendo en cuenta que los desgarros son permanentes (mientras que los remiendos se pueden quitar), por lo que es importante estar seguro de que no se utilizará el tutú o el vestido de otra manera en el futuro.

Si, por otro lado, se busca un efecto más “realista”, como se ve en muchas óperas, se puede “estropear” físicamente un traje. Uno de los métodos principales es frotar la prenda con una ralladura de queso, especialmente en puntos “estratégicos” donde realmente se desgastaría si se usara durante mucho tiempo, como codos, puños, parte trasera del cuello, rodillas, etc. Es importante tener en cuenta que esta técnica funciona bien en telas de prendas de vestir comunes, como terciopelo, lana y algodón, pero es más problemática en trajes modernos de licra o tul de tutú. Para dar un toque adicional de antigüedad, puedes parcialmente deshacer los bolsillos y los bordes de las prendas (esto se aplica a chaquetas, blusas, pantalones y faldas).

Recuerda que estos métodos pueden no ser reversibles, por lo que es importante considerar cuidadosamente el tipo de tela y el efecto deseado antes de proceder.

Otro método efectivo es “ensuciar” el traje dibujando manchas y áreas falsamente desgastadas. En este último caso, se utilizará un gris oscuro o el color de fondo del traje para “ocultar” los detalles que se supone que están desgastados. Para ilustrarlo, en un chaqueta de terciopelo iridiscente, puedes cubrir el brillo de la tela con el color opaco de fondo en los puntos donde se quiere que parezca que el brillo ha desaparecido. En un corpiño bordado o con pliegues, puedes “ocultar” arrugas y bordados según sea necesario utilizando el mismo método.

Sin embargo, ten en cuenta que esta no es una tarea fácil para personas inexpertas, ya que es importante tener un ojo entrenado para saber dónde el efecto será más natural.

La pintura se puede hacer con colores para tejidos, en cuyo caso será permanente, o utilizando métodos más empíricos, como tizas: en este caso, un lavado vigoroso podría devolver la prenda a su estado original. Con temperas y acuarelas, no se garantiza la reversibilidad total del proceso.

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